lunes, 16 de junio de 2014

Offret (1986)

El día de su cumpleaños, Alexander (Erland Josephson) celebra una discreta reunión en compañía de su familia y amigos. Sin embargo, una catástrofe de enormes proporciones amenaza con acabar aquella felicidad para siempre. En su desesperación, Alexander ofrece un sacrificio para que el mundo vuelva a ser como antes del trágico incidente.




Éste es un regalo supremo. Obra y gracia, digna de un artista que ama el cine como ningún otro. Quién más, sino Andrei Tarkovsky, para contarnos historias de un porte humanístico extraordinario, marca registrada e inconfundible, que ha sabido mantener con paciencia y orgullo durante los pocos años que duró en ésta noble profesión.


El lenguaje cinematográfico utilizado por el director ruso, está dotado de una belleza y profundidad únicas. Principalmente, en el correcto manejo de los planos. Donde se puede comprobar el máximo de sus logros en el descenlace del relato (en mi humilde opinión, el plano secuencia definitivo de la historia del cine).
“Which of you have done this? The lords…?”
El trabajo actoral de Erland Josephson y Allan Edwall es lo más sobresaliente. Bajo el mandato de Tarkovsky, todo el reparto ha tenido la libertad suficiente para desenvolverse sobre el escenario de la forma más realista posible. Es por eso que, sin demasiadas pretenciones, logran interpretar a personajes cotidianos capaces de envolvernos su naturalidad dentro de una historia mágica, contemplativa.


La última película de Andrei Tarkovsky es el producto final de unhéroe que siguió aplicando las reglas establecidas por el universo que él mismo creó. Con esa percepción de la realidad, logra su máxima proeza artística, despidiendose así en lo más alto del podio: como uno de los mejores (sino el mejor) director de cine que alguna vez hemos conocido.


Calificación: 8.5/10

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