lunes, 16 de junio de 2014

Funny Games (1997)

El director Michael Haneke realiza un film irregular, donde lo mejor son sus intrigantes 45 minutos iniciales. Las actuaciones son correctas y cumplen su función de provocar tensión en los momentos claves de la trama.




A simple vista Paul (Arno Frisch) y Peter (Frank Giering) parecen ser jovenes amigables y educados, pero sus verdaderas intenciones van mucho más allá de lo que se espera. George (Ulrich Mühe), Anne (Susanne Lothar) y el pequeño hijo de ambos (Stefan Clapczynski), pronto descubriran que algunos juegos no son para nada divertidos.


La fuerza de Funny Games radica en la presentación inteligente de los misteriosos antagonistas. Lamentablemente, el ritmo decae conforme avanza el metraje al tiempo que los ‘malos’ desaparecen de la pantalla (aunque sea por escasos minutos). Y no es extraño, entonces, que uno se sienta aliviado o feliz cuando éstos regresan a la escena de acción.

“What do you think? You think they’ve a chance to winning?”
Funny Games posee más puntos a favor que en contra. Es una buena alternativa de entretenimiento. Pero pudo haberse evitado el ligero estirón a mitad de la historia, pues provoca unas cuántas secuencias innecesarias. Cabe destacar una vez más, la buena interpretación de Arno Frisch y Frank Giering, quienes dotan al filme de suficiente misterio para que el espectador no pierda el interés en sus macabros juegos.


Calificación: 7/10

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