El disco más famoso de
Andrés Calamaro posee una lista tan amplia de canciones que fueron separada en
dos CD’s. La sorprendente variedad de composiciones que el autor interpreta son
el reflejo de su gran talento. Los argentinos saben hacer algo bien en el mundo:
proporcionar el toque preciso de galantería a sus versos (o no serían tan
buenos comentaristas del fútbol, supongo). Y justamente, es de la letra de sus canciones
donde proviene el encanto de éste.
En ‘Honestidad Brutal’ se
ubican (con el perdón de los fans) la lista más amplia de mejores canciones del
argentino: ‘El día mundial de la mujer’ es una tormenta de sonidos y palabras que
desfilan vigorosamente en los más de tres minutos de duración, y por si fuera
poco, al siguiente ‘track’ se acaban las especulaciones. Si luego de escuchar ‘Te
quiero’ uno no queda convencido de los atributos del artista, entonces ya debería
tener licencia de seguir escuchando Calamaro.
Para los más escépticos
‘Tu parte de adelante’ debería despejarles todas las dudas y aceptar que está
presenciando, tal vez el mejor disco del rock en español (y todavía quedan 2
horas de repertorio). Las radios nostálgicas deberían poner más seguido alguna
de éstas obras para refrescar la memoria de los fanáticos del género.
Las siguientes
canciones, aunque menos conocidas, no dejan de ser exponentes de esa capacidad
por frases tan precisas:
“porque quiero dormir y soñar con ella, mientras por afuera
pasan los aviones” – los aviones.
“Voy a ponerme la
ropa mojada, voy a brindar con agua mineral” – más duele.
Cuando te conocí es otro
clásico del músico. Pero si de clásicos se trata, ‘Maradona’, hasta para el
menos fan del fútbol o del 10 de la selección, es una canción exquisita. Así
nos podemos pasar desmenuzando el disco. Mencionando canciones como “Socio de
la soledad” y “Son las 9”. Son demasiadas canciones, pero aunque no lo parezca,
todas parecen tan distintas de la anterior o la siguiente que es sorprendente esa
capacidad para cambiar de ritmo y alejarse de la convencionalidades.
A continuación, la que
es (otra vez perdón por los fans) la mejor canción del artista nacido en Buenos
Aires. ‘Ansia en Plaza Francia’. Belleza total. Un delirante poema. Menciones a
parte se merecen ‘Paloma’ y ‘Con abuelo’. La última, en especial dedicación a
Miguel Ángel Peralta. “El capitán del
barco de piratas y del arca de Noé”.
Sin duda alguna un
orgullo de la nación del rock mundial. Un cantante que no se basa tanto en la
voz, sino en las palabras. Aunque a estas alturas de la vida, la voz de Andrés
es un ícono inolvidable.
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