miércoles, 25 de junio de 2014

El peor director de la historia del cine


Muy a menudo aventureros deseosos de crear una historia audiovisual, sea en cortometrajes o largometrajes, se han visto ante una gran muralla generada por la falta de presupuesto, la limitación histriónica de sus artistas, las limitaciones técnicas, su propia limitación creativa, entre otras cosas. En ese momento un aire de negativa improvisación se cierne alrededor de las grabaciones y uno puede pensar para sí mismo o exclamar a viva voz: ¡Me siento como Ed Wood!

Ed Wood es el gran referente para muchos realizadores en el orbe, por ser considerado el peor director de cine de todos los tiempos. Sus adefesieras películas son consideradas un ejemplo básico de cómo no se debe hacer cine, pero en verdad el también llamado señor Edward Davis Wood, junior ¿será realmente el peor de todos los tiempos? 

El señor Wood era uno más de ese gran número de directores independientes, esos que no accedían a los grandes presupuestos y estudios de la época (años cincuentas), esos tipos que tenían que sacar de su bolsillo o mendigar financiamiento. Fungió de director, guionista, productor y actor, pero era pésimo en todos esos cargos. Sus películas se estrenaban en salas de mala muerte o autocines de poca monta y con escaso público, pero fiel al castigo no se rindió hasta el final, cuando su alcoholismo lo llevó a la muerte allá por el año de 1978.

Por qué me pregunto si este fue el peor director de la historia, quizás porque he visto todo tipo de adefesio cinematográfico contemporáneo o de otras épocas, y no sólo me refiero a películas de Serie B. Un buen director no se mide por el presupuesto de sus películas, es por eso que hoy en día salen tantas películas malas en argumento y sin alma, que son maquilladas por millonarios efectos especiales para atraer como borregos a millones de espectadores. Los peores directores de cine sieguen ahí, creando cine mercenario, sin el afán de amor por el arte, que por lo menos le reconozco a Ed Wood, que ganando una mierda de dinero siguió hasta el final, incluso cuando las deudas lo sumieron en una gran miseria.

En 1994 Tim Burton hizo una película basada en aquel director de culto. El filme trata la vida de Ed Wood (Johnny Depp) en un tono jocoso, de un modo mucho más light de lo que fue en la vida real, contándonos las peripecias que tuvo que pasar para realizar tres de las películas claves en su “carrera” (Glen o Glenda, La Novia del Monstruo, Plan 9 del Espacio Exterior). Una gran película, que tiene una gran escena casi por el final de la película (y casi sin caer en el spoiler), cuando Ed Wood, ofuscado porque los productores se entrometen en la realización de su película, se encuentra en un bar con el mítico Orson Welles (considerado por muchos, el mejor director de cine de la historia). El peor y el mejor conversan sobre la realización de películas, siendo los dos tan distintos son iguales en su pasión por el cine. Al final Orson Welles le dice que siempre es mejor luchar por nuestras propias visiones que pasarse la vida haciendo los sueños de otras personas. 


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